jueves, 14 de mayo de 2015





Los procesos educativos en el escenario (ciberespacio)

Hoy, las nuevas construcciones sociales del conocimiento tienen lugar en el ciberespacio. Este entorno, propicia y resignifica en primera instancia, nuevas maneras de presentaci贸n del objeto de conocimiento. Este cambio, amerita el desarrollo y comprensi贸n de un nuevo lenguaje multimodal para que las participaciones e intercambios entre usuarios sean sustantivos y rec铆procos. En este escenario, encontramos una escuela que tiene que promover la homogeneizaci贸n y garantizar el acceso a aqu茅l conocimiento. Sin embargo, se encuentra desdibujada y muchas veces cuestionada. ¿Qu茅 espacios de participaci贸n y creaci贸n se est谩n promoviendo dentro de sus paredes? ¿Cu谩les son sus limitaciones respecto de la inclusi贸n tecnol贸gica? ¿Est谩 tendiendo puentes hacia procesos educativos m谩s significativos o m谩s bien parchando sus huecos de anta帽o? ¿C贸mo emancipamos las mentes de los estudiantes?
Nos encontramos en un tiempo de transici贸n, por un lado reconocemos la legitimidad de las instituciones educativas como lugares donde se distribuye el conocimiento necesario para participar y desarrollar ciudadanos cr铆ticos que contribuyan al proyecto educativo y aporten al enriquecimiento cultural. Asimismo, debemos reconocer que estos intercambios culturales trascienden las puertas de la escuela y se presenta como necesario ligar esas construcciones para que de alguna manera comencemos a entablar di谩logos fluidos, que no se quiebren cuando se encuentran y se generan m谩s all谩 de la mediaci贸n de la tiza y el pizarr贸n en la educaci贸n presencial.
Las caracter铆sticas propias del sistema formador como lo son la simultaneidad, la gradualidad, la presencialidad y la descontextualizaci贸n dan un marco de rigidez a los procesos de construcci贸n del conocimiento. No obstante, es a partir del reconocimiento de los procesos culturales que son mediados por las nuevas tecnolog铆as de la informaci贸n y la comunicaci贸n, que nos invitan a interpelar estas particularidades. Entonces, desde el rol de formadores y protagonistas de esta transformaci贸n ¿Cu谩les son los factores que propician u obstaculizan un cambio en la educaci贸n? ¿Qui茅nes participan? ¿Cu谩les con los objetivos de este cambio?
Las nuevas construcciones sociales del conocimiento en el Ciberespacio
El conocimiento, por muchos a帽os estuvo en poder del docente. 脡l era quien acced铆a y compart铆a o no, esa informaci贸n relevante que sufr铆a un recorte de acuerdo a las valoraciones personales y los lineamientos curriculares que orientaban su transposici贸n did谩ctica. Aquella realidad fue modific谩ndose, no s贸lo en relaci贸n al poseedor de la informaci贸n, ya que en la actualidad encontramos un conocimiento compartido y el desarrollo permanente de una inteligencia colectiva (L茅vy, 2007) en los entornos virtuales de aprendizaje, sino que estos cambios tambi茅n se observan  en relaci贸n a quienes participan de manera activa en las construcciones del conocimiento en la Red.
Estos nuevos entornos de los sistemas culturales que desarrolla L茅vy (2007), son solidarios y no segmentan las posibilidades de participaci贸n. Por el contrario, se enriquecen en el entretejido de intervenciones y din谩micas que se suceden en las comunidades y entre comunidades de los espacios virtuales. Describiendo esta realidad, volvemos a mirar a la instituci贸n escolar, donde su funci贸n principal es la de reproducir el conocimiento socialmente v谩lido, y es inevitable comenzar a cuestionarla y exigir que problematice el c贸mo est谩 llevando a cabo su mandato.
Un comienzo de reflexi贸n, es reconocer que el conocimiento no es algo cerrado o estanco ni se encuentra acabado, sino que est谩 habilitado al enriquecimiento y m谩s que nada a ser debatido.  Y es aqu铆, donde el rol de la escuela tiene protagonismo. Las construcciones cr铆ticas del conocimiento no vienen dadas desde el vac铆o, est谩n latentes y es la escuela quien puede activar, reactivar y acompa帽ar estas construcciones, desde una mirada colectiva con dispositivos que atiendan a la heterogeneidad, para que de esta forma se potencie y fortalezca a la cibercultura (L茅vy, 2007).
El desaf铆o…reaprender a los sujetos
La necesidad de homogeneizar por parte de las instituciones educativas, es un hecho que coarta la posibilidad del reconocimiento de las diferencias. Las diferencias en torno a lo pol铆tico, lo social, lo cultural o lo cognitivo. Sumado a que lamentablemente, esta postura reduccionista decanta en la imposibilidad de generar propuestas significativas y viables dentro del entorno educativo.
Muchas veces, las relaciones interpersonales son concebidas como v铆nculos que acontecen con la sola predisposici贸n de encontrarme con ese otro. Sin embargo, unas pocas veces cuestionamos nuestros propios prejuicios acerca del c贸mo tiene que ser alguien o no, es decir interpelar nuestros modelos y patrones, nuestros propios deseos y por qu茅 no, nuestras frustraciones.
Creemos que hay un paso (o varios) anteriores por trabajar al momento de construir v铆nculos genuinos y esto se presenta como un desaf铆o colectivo. Ser铆a pertinente desde esta mirada  formularnos interrogantes tales como ¿Puedo aceptar al otro desde su individualidad? ¿Cu谩n condicionado o limitado estoy por mis propias expectativas o anhelos acerca del como “debe ser alguien” al momento de vincularme con 茅l? ¿Reconozco al otro como otro o desafortunadamente estoy perdiendo al otro desde mi subjetividad?
Esta condici贸n, de volver a tratar de mirar al sujeto despojados de nuestras propias expectativas y limitaciones como docentes, como postula Dar铆o en la conferencia, es crucial. De otra manera, estaremos asistiendo a un congelamiento de las nuevas generaciones, de sus intereses y de sus potencialidades. Esta limitante, es decir poder registrar, valorar y m谩s que nada comprender su otredad[1], nos invita a flexibilizar nuestras miradas acerca de lo pedag贸gico y ejercer mayor autonom铆a en nuestra tarea de educar.
Si analizamos esta situaci贸n, desde las nuevas configuraciones sociales mediadas por tecnolog铆as, visualizamos que como lo afirma Dolors, “la clave del 茅xito es ser diferente” [2] pero ¿Qu茅 sucede cuando lo diferente, lo valioso, est谩 presente en nuestras aulas? ¿C贸mo potenciar esas diferencias y dejar de pretender que todos son lo mismo? ¿C贸mo generar propuestas que atiendan a la heterogeneidad de estudiantes?
La complejidad del ser humano hoy es valuada en los entornos virtuales pero ¿Por qu茅 sucede en la virtualidad y no en la presencialidad?
Afortunadamente,  en los entornos asincr贸nicos se prioriza la participaci贸n, y mejor a煤n, se generan espacios heterog茅neos de creaci贸n del conocimiento, existiendo y gestionando una amalgama de redes que sostienen las intervenciones, los intercambios y las participaciones  de todos los usuarios. Ante esta realidad ¿C贸mo podemos conectar a las escuelas? ¿C贸mo podr铆amos reinventarla?
Un primer desaf铆o, podr铆a ser reaprender a los sujetos, potencializando sus capacidades, retroalimentando permanentemente y motivando cada una de las participaciones.



Hacia la construcci贸n de una escuela democr谩tica
En la actualidad, encontramos que los j贸venes sienten que tienen el poder sobre los adultos  como lo desarrolla Meirieu [3] y que de alguna manera la escuela es la caja de resonancia de esa tiran铆a. Asimismo, como formadores estamos fluyendo en las aguas turbulentas de la inmediatez y en el poder ilusorio de que poseemos el control sobre las m谩quinas, las redes, los estudiantes y nuestras propias pr谩cticas docentes. Creemos que vamos poseyendo el universo en la medida que generamos espacios en la virtualidad, creemos que nuestros estudiantes nos conocen y nos aceptan por Facebook y los “me gusta” funcionan como refuerzos de esa fantas铆a que alimenta nuestro ego. Las primeras preguntas para comenzar a ceder estas tensiones en torno a la autoridad ser铆an ¿C贸mo renunciar a nuestros egos sin diluirnos y perdernos en el intento? ¿C贸mo hacer de la escuela una sociedad?
Un primer paso para dar, es aprender a desconectarnos de los medios porque pueden enceguecernos en la medida que no podamos mirar en perspectiva, cuestionarlos; observ谩ndolos y observ谩ndonos.  De otra manera, no podremos  acompa帽ar a los sujetos en la construcci贸n de su propia identidad, de su propio descentramiento, si nosotros como educadores no flexibilizamos nuestros posicionamientos haciendo a un lado las prohibiciones y dando lugar a la autonom铆a y la cr铆tica.
Las posibilidades de co-construcci贸n que acontecen desde los entornos virtuales, promueven el descentramiento de la persona, es decir la posibilidad de comenzar a pensar con otros. Es en esta interacci贸n rec铆proca, que vamos construyendo nuestra propia identidad. En estos entornos, vemos como este espacio funciona desde dos 谩ngulos que convergen. Por un lado, fomenta el trabajo colectivo mediante las redes y las comunidades virtuales y por otro lado, valora y motiva la construcci贸n desde la individualidad de las personas o sujetos. Pero ¿Cu谩les son las condiciones que propician el engranaje de esta complejidad?
En primera instancia, si analizamos las presentaciones del contenido en estos entornos conectados, vemos que son desarrollados desde un lenguaje multimodal[4]. Esta combinaci贸n del lenguaje, esta polisemia,  posibilita mayor cantidad de medios para gestionarlo como una herramienta de intercambio democr谩tico en la nube, a partir de un abanico de significados. En este sentido, reconocemos la complejidad del nuevo lenguaje y la necesidad de que la escuela,  sea un motor que contribuya  a la exploraci贸n de estos nuevos medios de comunicaci贸n conjuntamente con los estudiantes.
En segunda instancia, asumimos el hecho de que la reproducci贸n que oficiaba como gu铆a y que se legaba a partir de la superposici贸n generacional de la que nos habla Meirieu (2006), hoy ya no sucede. Nos resulta pertinente, detenernos un instante aqu铆, para articular esta afirmaci贸n con una problem谩tica que se vivencia en las instituciones educativas por estos d铆as: La ausencia de los padres en el acompa帽amiento de la trayectoria escolar de sus hijos. Habiendo postulado esta situaci贸n no ser铆a descabellado preguntarnos ¿Son los padres los ausentes o es la ausencia de experiencia en estos nuevos entornos culturales de los padres que condiciona su acompa帽amiento? ¿Es la escuela que continua haciendo las mismas preguntas o son las preguntas que cambiaron y la escuela ya no sabe c贸mo responder? ¿C贸mo podemos integramos desde una cultura democr谩tica en la realidad virtual y que impacte en el interior de las paredes de las escuelas?



Las oportunidades de creaci贸n en el ciberespacio
Cuando hablamos de creaci贸n, inmediatamente lo relacionamos con la inteligencia o mejor dicho con las inteligencias[5]. Es un hecho, que el ciberespacio genera diferentes formas de intercambio como as铆 tambi茅n espacios de desenvolvimiento. Es a partir de estos intercambios que se propicia el enriquecimiento mutuo. Del mismo modo podemos afirmar que esto no existir铆a si no hubiera una participaci贸n activa, pero ¿Qu茅 condiciones conlleva esta participaci贸n? ¿Cu谩les son sus fundamentos?
Como adultos, cuando empezamos a interactuar en el ciberespacio, vemos que no todo est谩 permitido desde nuestro rol. Nos damos cuenta que no podemos expresar todo lo que nos viene a la cabeza ni ejercer la violencia en contra de otros usuarios. De hecho, existen algunos adultos que se sienten examinados o evaluados por los grupos que eligen para seguir o por las publicaciones que comparten, limit谩ndose a intervenir mediante un me gusta o compartir una simple foto. En su mayor铆a, vemos que no emiten posturas o pensamientos que los pudieran encasillar en tal o cu谩l idea o pensamiento.
En este sentido ¿Podemos generar y construir espacios de intercambio en el ciberespacio con nuestros estudiantes, si no lo practicamos desde nuestro propio PLE[6]? ¿Estamos preocupados por no ser aceptados? ¿Cu谩l es el prototipo de usuario que es exitoso en este entorno virtual? ¿Existe verdaderamente un patr贸n o estamos contribuyendo a la creaci贸n de un mundo virtual disociado de la realidad?
Por otro lado, vemos  a los j贸venes estudiantes, quienes no pueden realmente parar de generar publicaciones que puedan despertar el inter茅s de sus pares, provocar la violencia o simplemente expresar lo que les sucede y aquello que realizan permanentemente en sus vidas.  Los medios les sirven no s贸lo para comunicar sino tambi茅n para hacer p煤blico lo privado. Desde este hecho vale la pena repreguntarnos ¿C贸mo contribuir al desarrollo de la creatividad en estos entornos? ¿Los estudiantes nos reconocen como potenciales mediadores que fomenten su individualidad y la colaboraci贸n entre ellos y sus pares y entre nosotros y aquellos? ¿C贸mo mediar en esa creaci贸n?

La toma de decisiones como herramienta para la emancipaci贸n del individuo
El vivir en sociedad implica una serie de normas y reglas que regulan las din谩micas de los ciudadanos. Algunas, se dan a conocer en el primer agente socializador del ser humano, la familia. Luego, 茅stas se contin煤an desarrollando en las escuelas. C贸mo hab铆amos se帽alado al comienzo, la trayectoria educativa en el desarrollo cultural de la persona, es un eslab贸n imprescindible para la construcci贸n de un ciudadano cr铆tico y comprometido con la sociedad. Sin embargo, muchas veces la escuela reemplaza su rol socializador por el de normalizador y agente disciplinante de los sujetos que la conforman. Entonces ¿C贸mo podemos problematizar sus creencias? ¿Cu谩les son los posicionamientos que legitiman su accionar?
La escuela, tiene la funci贸n principal de educar, pero de educar para construir una sociedad. 脡sta sociedad y su vor谩gine de cambios permanentes que sobrepasan e intimidan a los establecimientos educativos. Ahora bien ¿Cu谩les son los saberes que tenemos que transmitir? ¿C贸mo liberar a los estudiantes de los sometimientos del adulto educador? ¿C贸mo transgredir la inteligencia en contra de los prejuicios?[7]
Reposicion谩ndonos desde nuestro escenario del ciberespacio, compartimos la creencia de que este, es un entorno que propicia formas innovadoras de involucrarnos con los otros. Es un espacio que invita al reencuentro con los estudiantes, sus intereses y singularidades. Es un lugar que puede gestar un cambio significativo que trascienda y supere la concepci贸n de que educar, es s贸lo la transmisi贸n de conocimientos y que la buena ense帽anza, se mide por el caudal de informaci贸n que hemos podido depositar en nuestros estudiantes. Tenemos que aceptar que no todo es posible de valorar en una prueba escrita y que no deber铆amos estar esperando una misma respuesta de todos.
El pensamiento acerca del pensamiento como postula Meirieu, tiene que ser el eje. Pero en ese desarrollo del pensamiento tenemos que educar para elegir, es decir educar para participar en comunidad. Como educadores, pasamos una gran cantidad de horas seleccionando, y dise帽ando una propuesta educativa que impartimos en forma masiva a un grupo de estudiantes heterog茅neos y de la cual esperamos resultados homog茅neos. Todav铆a no podemos ver al otro desde su integridad y hacerlo part铆cipe de las decisiones que tomamos por ellos para fomentar la libertad y el pensamiento cr铆tico. Pareciera una paradoja; buscamos emanciparlos en nuestra propia monarqu铆a.

Hacia la formulaci贸n de nuevos interrogantes
Haber abordado los diferentes aspectos de los procesos educativos en el ciberespacio, da cuenta en primera instancia, de un reconocimiento de 茅ste como entorno que cobija la co-construcci贸n social del conocimiento en la virtualidad. Pudimos reconocer su entretejido y sus limitaciones en contraste con la problematizaci贸n de las particularidades de la instituci贸n escolar. Volvimos a reconocer a nuestros estudiantes y los apreciamos desde sus potencialidades. Acordamos la necesidad de cuestionar nuestro ego para aprender a participar en sociedad. Asumimos las nuevas formas del lenguaje multimodal, como herramienta mediadora para los intercambios entre usuarios proactivos. Vislumbramos la importancia de la escuela como el lugar donde se adquiere la base cultural, que sirve al pensamiento cr铆tico y por 煤ltimo concebimos a la elecci贸n como ejercicio para la democracia y la libertad.
Pero todo esto ¿Por qu茅? ¿Por qu茅 no abordarmos un solo tema? Porque la ciencia, la tecnolog铆a, la sociedad y la cultura constituyen sistemas interconectados y ser铆a en vano abordarlos por separado. Y a prop贸sito, la escuela es el lugar donde se pone de manifiesto el nuevo paradigma educativo, es decir que a partir de la problematizaci贸n de su funci贸n y contexto, es que el an谩lisis nos result贸 m谩s significativo y enriquecedor para el debate.
Abrimos nuevos interrogantes que vuelven a descubrir m谩s puertas y tender nuevos puentes para la discusi贸n ¿Qui茅nes est谩n preparados para ser protagonistas del cambio? ¿C贸mo ejercer el protagonismo del educador desde el contexto del ciberespacio? ¿C贸mo enriquecer (nos) y enriquecer a nuestros estudiantes con nuestra mediaci贸n de educadores para la libertad? 




BIBLIOGRAF脥A
LEVY, Pierre. Cibercultura Informe al Consejo de Europa. Rub铆 (Barcelona),  Anthropos Editorial. 2007
CONFERENCIA de Meirieu, Philippe. (30 de Octubre 2013, Buenos Aires) La opci贸n de Educar y la Responsabilidad Pedag贸gica. Ministerio de Educaci贸n de la Rep煤blica Argentina.
CONFERENCIA de Sztajnszrajber, Dar铆o. (Parte 1_4, Congreso Conectar Igualdad 2012, Regi贸n Centro) Educaci贸n, Posmodernidad y Nuevas Tecnolog铆as: La otredad. Ministerio de Educaci贸n de la Rep煤blica Argentina.
JORNADAS Ibertic (Abril de 2014, Buenos Aires) Conversatorios Circulares, Dolors Reig y Mariana Maggio.
CONFERENCIA de Gardner, Howard. Cumbre L铆deres por la Educaci贸n (Abril de 2014, Colombia) Generaci贸n APP.
Forestello, Rossana. Tecnolog铆a, Sociedad y Cultura. UNC.
CONFERENCIA de Meirieu, Philippe (27 de junio de 2006, Ministerio de Educaci贸n, Ciencia y Tecnolog铆a, Pizzurno 935, Buenos Aires) El significado de educar en un mundo sin referencias.


[1] CONFERENCIA de Sztajnszrajber, Dar铆o. (Parte 1_4, Congreso Conectar Igualdad 2012, Regi贸n Centro) Educaci贸n, Posmodernidad y Nuevas Tecnolog铆as: La otredad. Ministerio de Educaci贸n de la Rep煤blica Argentina.
[2]JORNADAS Ibertic (Abril de 2014, Buenos Aires) Conversatorios Circulares, Dolors Reig y Mariana Maggio.

[3] CONFERENCIA de Meirieu, Philippe (27 de junio de 2006, Ministerio de Educaci贸n, Ciencia y Tecnolog铆a, Pizzurno 935, Buenos Aires) El significado de educar en un mundo sin referencias.

[4] KRESS, Gunther & van LEEUWEN Theo: (2001) Multimodal discourse. The modes and media of contemporary communication,Londres, Arnold; Introducci贸n, pp. 1-23.

[5] CONFERENCIA de Gardner, Howard. Cumbre L铆deres por la Educaci贸n (Abril de 2014, Colombia) Generaci贸n APP.
[6] Adell, Jordi. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=blzYQlj63Cc
[7] CONFERENCIA de Meirieu, Philippe. (30 de Octubre 2013, Buenos Aires) La opci贸n de Educar y la Responsabilidad Pedag贸gica. Ministerio de Educaci贸n de la Rep煤blica Argentina.

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